FUSILLONI A LA AMATRICIANA



La primavera pasada y después de mucho esperar, pudimos hacer una escapada fuera de España, a Roma. Hace 10 años fui por primera vez y me quedé enamorada de esta ciudad.  

En esta ocasión descubrimos el Mercato Centrale Roma, un mercado gastronómico, donde disfrutamos de algunos de los platos más típicos de esta ciudad. 

Uno de ellos y que fue la primera vez que probábamos, fue unos tallarines a la amatriciana. Un plato de pasta fresca, cocinada ante nosotros, con una salsa de tomate y guanciale (tocino ahumado) que estaba delicioso. He buscado la receta, porque teníamos la necesidad de volver a disfrutar de su sabor y quería compartirla con vosotros, porque además de estar muy rica, es muy fácil de preparar. 


Ingredientes:
 
200 g. de guanciale. 
400 g. de tomate triturado. 
400 g. de fusilloni. 
1 cebolla pequeña. 
Queso parmesano. 
Aceite de oliva virgen extra. 
Sal. 

Elaboración:

Trocéanos el guanciale en dados pequeños y reservamos. 

Aparte, picamos la cebolla muy fina y la doramos en una cazuela. Seguidamente añadimos el tomate triturado y sofreímos todo junto, hasta que pierda el agua el tomate. Luego pasamos por el pasapurés o trituramos (es opcional, yo lo paso porque no nos gusta encontrarnos la cebolla). 

En una cazuela onda salteamos con un poquito de aceite el guanciale, hasta que esté dorado. Retiramos y en ese mismo aceite añadimos el sofrito de tomate y cebolla. Mezclamos bien la salsa con la grasa que soltó el guanciale y luego lo volvemos a incorporar. Ajustamos de sal y ya tendríamos la salsa lista.

Cocemos la pasta, siguiendo las instrucciones del fabricante. Dos minutos antes de lo que nos indique el producto, pasamos directamente la pasta escurrida a la salsa, donde se terminará de hacer. Mezclamos muy bien con la salsa, añadiendo un poco de agua de la cocción a la cazuela (yo he añadido unos 50 ml.) Cuando tengamos bien fusionará la pasta con la salsa, podemos servir, bien caliente y con un poco de queso parmesano rallado por encima.



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